viernes, 24 de octubre de 2008

El gran monstruo invisible que devora al cadáver

Por Jhonn Franklin Flores Suxe

Universidad Nacional de San Martín-rioja Educación


…Somos libres, seámoslo siempre…, Utopía pura que nos hemos acostumbrado a mencionar mecánicamente, aunque ahora todos los hombres estemos libremente encadenados a la magia neoliberal que busca la consolidación de su hegemonía con medidas múltiples en el plano político, social, jurídico, educativo y cultural.

Sus medidas de ajuste, estructura, privatización, economía de libre mercado, han contribuido al aumento de la pobreza, marginación, desnutrición, delincuencia, asesinatos, mortandad infantil, analfabetismo emocional, y muerte por la falta de una migaja del tan codiciado pan para la lucha de la sobrevivencia, lo cual nos convierte todos en míseros hombres sobrantes y sacrificables del sistema.

Anciano, joven, mujer y niño, peruanos en general; hay que ser autoconcientes, de que este sistema neoliberal es como la hiena hambrienta y voraz que con su astucia y sagacidad sólo quiere destruir y devorar al inofensivo cervatillo, o como un monstruoso murciélago que sólo quiere alimentarse succionando del cáliz de la humilde gente proletaria. En tal sentido el cadáver gritará y seguirá muriendo, característica propia de una filosofía de vida antihumanista.

Sólo nos queda aferrarnos al ave fénix que nos conducirá a la libertad: LA EDUCACIÓN, tan cuestionada como tal, por toda la gente común y corriente que aún no entiende que es el camino más noble que nos conducirá a palpar con la yema de los dedos la luz escondida en el horizonte. La falta de credibilidad en la educación tiene como una de sus principales causas al neoliberalismo, el mismo que nos hace enceguecer la iris del lente ocular, a tal extremo que es común escuchar al padre de familia, decir: «Mi hijo no aprende, los profesores son haraganes y aún así piden más aumento de su sueldo». Reflexionemos, hombres del Perú: nuestras instituciones están abandonadas y envenenadas al igual que ustedes y nosotros, por lo que estamos convencidos de que una verdadera educación de calidad debe arrojar sujetos pensantes, reflexivos, críticos y humanistas, para alcanzar un desarrollo social equitativo, y no de opresores y oprimidos.

Joven, cuestiona los catecismos tradicionales, revélate contra la injusticia social y trata de vencerla, crea muchas utopías; debes ser hombre del futuro viviendo en el pasado, recuerda que ningún mediocre, ningún adulador puede aspirar a luchar y existir y si lo hace tendrá que nacer de nuevo o morir en el intento; todos los que existimos debemos soñar con la mente y hacerlo realidad estos sueños con todas nuestras fuerzas y sentidos, sólo así justificarás tu presencia en este mundo con hechos perdurables y no te conduzcas y conduzcas a la sociedad hacia el ocaso.

Las Naciones Unidas proclama extensas listas de Derechos Humanos, pero la gran mayoría de personas sólo tiene el derecho de ver, oír y callar, como lo es en nuestro país. Que tal si empezáramos a imaginar o adivinar otro mundo donde los economistas no llamen nivel de vida al nivel de consumo, ni llamen calidad a la cantidad de las cosas imposibles de adquirir; los historiadores no crean que a los países les encanta ser invadidos, a los políticos no les encanta comer promesas, se dejara de creer que el individualismo es una virtud; entonces la muerte y el dinero perderían sus magnos poderes y ni por confusión ni fortuna el canalla se convertiría en virtuoso caballero.

En consecuencia, el mundo no estaría en guerra, sino contra la pobreza; el pan no sería considerado una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos inherentes a los humanos. Si se respeta esto, no seríamos tratados basuras de la calle, la educación no sería un privilegio de quienes puedan pagarla, la política no sería una maldición, y la justicia y la libertad dejarían de estar del lado de los que estén llenos de billetes verdes en el bolsillo. Sólo bajo la búsqueda de cambios positivos, se cumplirá un mandamiento que se olvidó DIOS: «Amarás a la Naturaleza, de la que formas parte». Todo esto sucederá cuando seamos concientes de que la educación es el camino que construye el ideal para salir de la podredumbre y la corrupción de las que es víctima nuestro país. Sólo llamemos a nuestra voluntad y a la autoconciencia y obedezcámoslas para alcanzar una verdadera educación, donde la perfección no sólo sea al aburrido privilegio de los dioses, sino de toda la gente conciente del progreso y desarrollo justos y humanistas. Despierta ya, y ahora, soñador con grandes y nuevas utopías.

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